Guión de Radionovela
NARRADOR: Dos jóvenes que vivían en un
pueblito de leñadores se pusieron de novios. Él tenía veinte años y era alto,
esbelto y musculoso, dado que había sido leñador desde
la infancia. Ella, de dieciocho años, era rubia, de pelo muy largo, tanto que le llegaba hasta la cintura; tenía los ojos
celestes, hermosos y maravillosos…
Esta historia cuenta que habían noviado con la complicidad de todo el
pueblo.
PUEBLO: -¿Que Araceli y Alejandro son
novios?
-¿Son
novios?
-Ya llevan 5
o 6 años.
-Que ya se
casen.
-Hay que
hacerles una cabaña para que ya se casen.
-Y con unas
parcelas de árboles para que trabaje.
NARRADOR: Tiempo Después de casarse se fueron a vivir
allí para alegría de todos, de ellos, de su familia y del pueblo. Y vivieron
felices allí durante todos los días de un invierno, un verano, una primavera y
un otoño.
Al llegar el
primer aniversario. Ella sintió que debía regalar a su esposo
algo que le demostrara su profundo amor. Para eso fue ahorrando durante varias
semanas.
ARACELI: -Ya vamos a cumplir un año de casados y le
tengo que regalar algo, ¿pero que le regalo? Mmmm…. Que le regalare.
Le regalaré un hacha nueva... No, así creerá
que quiero que trabaje más. Mejor un
pulóver…no, tampoco. Una comida no será suficiente.
NARRADOR: Araceli decidió bajar al Decidió bajar al
pueblo para ver qué podía encontrar allí y empezó a caminar por las calles. Sin embargo, por
mucho que caminara no encontraba nada que, en su opinión, fuera lo
suficientemente valioso.
Al pasar por
la joyería, la única del pueblo, vio una hermosa cadena de oro expuesta en la
vidriería y entonces pensó.
ARACELI: -Hay algo muy valioso, que mi esposo cuida
mucho. Lo pule a diario ¡Claro! El reloj de oro que le regalo su abuelo antes
de su, muerte, lo guarda en un estuche de gamuza que deja siempre a su lado.
NARRADOR: Y entonces, ella pensó en voz alta.
ARACELI: -Que maravilloso regalo seria esta bonita
cadena de oro para mi esposo, para que convine con el reloj de oro.
NARRADOR: Ella entro a la joyería a preguntar cuánto
costaba la dicha cadena
ARACELI: -Disculpé señor, ¿Cuánto cuesta la cadena de
oro que tiene el exhibición en aquel mostrador
JOYERO: -Cuesta $400.00
ARACELI: -Es mucho. Nunca pensé que costara tanto,
apenas tengo la mitad del dinero.
NARRADOR: Ella pensaba que tenía que esperar tres o cuatro aniversarios más para poder comprárselo. Pero
ella no podía esperar tanto.
Salió de la joyería un poco
triste, pensando qué hacer para conseguir el dinero necesario. Pensó y pensó, hasta que, al pasar por la peluquería del pueblo, se
encontró con un cartel que decía: "Se compra pelo natural". Y como
ella tenía ese largo pelo rubio, que no se había cortado
desde hacía diez años, no tardó en entrar a preguntar.
ARACELI: -Señora peluquera,
cuanto me dará por este pelo rubio.
PELUQUERA: -Cómo unos $200.00
pesos no le puedo dar más.
NARRADOR: Ella pensó que con el
dinero de su pelo terminaría de juntar dinero para comprar la cadena de oro y
le propuso a la peluquera.
ARACELI: -Si, dentro de tres
días regreso para venderle mi pelo.
PELUQUERA: -Claro que sí.
NARRADOR: Araceli salió muy feliz
y regreso a la joyería a apartar la cadena.
ARACELI: -Señor joyero ¿puede
reservar la cadena de oro? Regresó dentro de tres días.
JOYERO: -Sí, claro.
NARRADOR: El día del aniversario,
se abrazaron un poquito más fuerte de lo común luego se bajó al pueblo y fue a
la peluquería.
ARACELI: -Buenos días, vengo a
cortarme mi pelo.
PELUQUERO: -Si, claro.
NARRADOR: Luego de haberse cortado
el pelo y tomar el dinero se dirigió a la joyería.
ARACELI: -Vengo por la cadena
que deje apartada, le dije que venía en tres días.
JOYERO: -Si, ¿Ya tiene el
dinero completo?
ARECELI: -Si, aquí tiene todo el
dinero.
JOYERO: -Aquí tiene la cadena.
ARACELI: -Muchas gracias.
NARRADOR: Salió de la joyería y
se dirigió a su casa a diferencia de otras veces que iluminaba la casa cuando él
llegaba y esta vez, ella baja las luces y puso dos velas, se colocó un pañuelo
en la cabeza. Porque Alejandro amaba su pelo y ella no quería que él se diera
cuenta que se la había cortado.
ALEJANDRO: -Hola, amor.
NARRADOR: Se abrazaron muy fuerte y se dijeron lo mucho
que se querían. Entonces, ella sacó de debajo de la mesa la
cajita que contenía la cadena de oro.
ARACELI: -Mi amor, aquí tienes
una cadena de oro que compre para ti.
NARRADOR: Y él fue hasta el ropero y extrajo de allí una
caja muy grande que le había traído mientras ella se fue al pueblo
ALEJANDRO: -Ten, Araceli, mi
regalo. Ábrelo.
ARACELI: -Muchas gracias mi
amor, son peines de plata
ALEJANDRO: -Tuve que vencer mi
reloj de oro, de mi abuelo para poder comprarlo.
MORALEJA:
Si ustedes
creen que el amor es sacrificio y renuncia a uno mismo, por favor, no se
olviden de esta historia. El amor no significa renuncia de uno mismo, sino
crecimiento y mutuo enriquecimiento personal. El amor no está en nosotros sólo para
sacrificarse por el otro, sino sobre todo para disfrutar mutuamente de la
existencia del otro.
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